miércoles, 9 de abril de 2014

(pequeña reflexión para mí misma sobre hace cuánto que no escribía poesía)

He vuelto a escribir poesía y se lo debo todo a Siria. No puedo creer cuántos años había pasado  sin escribir poesía. Años.
No recuerdo bien (con qué facilidad se olvida). Si me lo dijo en la cocina de la casa de Marruecos... o afuera de la casa de México, pero me dijo, palabras más palabras menos y obviamente en hermoso francés: -Antes escribía, antes escribía mucha poesía pero luego dejé de escribir porque tenía que ser serio, tenía que hacer cosas serias y crecer y hacer cosas de adulto-

Entonces me ví como en un espejo.

Algo se desbloqueo dentro de mí, y en cuanto estuve sola volví a escribir poesía.
Yo no quiero crecer ni hacer cosas serias, ojalá que Siria tampoco lo haga, o a menos, que seamos una suerte de Peter Pan de media noche, que descrezca cuando sea necesario, o cuando los poemas se nos quieran salir de las puntas de los dedos. 

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