La Rusia de los bellos cielos.
Fuí hasta el borde del mundo,
de nuestro mundo imaginable,
y me quede allí unos meses,
a vagar entre los locos
que viajan al borde del mundo.
***
Los cielos
más rojos,
más terribles,
más dolientes,
aquellos que abrían,
bárbaros la boca,
aquellos que en lugar de boca
tenían mil y un ojos rojos
aquellos que duraban horas
cayendo
mezclandose
hasta perder toda su grandeza
y ser interminablemente sobrios
como copas vacías.
Los de Rusia.
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